domingo, 25 de septiembre de 2011

La Dulce Melodía del Silencio (25-09-2011)

A mi pequeña preciosa, por devolverme la razón para escribir.



Susúrrame al oído.
Palabras que me abran tu corazón.
Que tu latido y el mío
sean nuestra única razón.

Bajo el firmamento,
frío y esbelto,
ambos al abrigo
del otro.
Tan sólo
te pido
que me susurres al oído.

Un paso.
Dos.
Un giro de más.
Tú, a mi lado,
bailando
bajo el compás
de la melodía del silencio.

Cerca, uno junto al otro,
tu respiración noto.
Mis sentimientos notas.
Tu corazón asomas.
El mío, lo arropa.

Susúrrame al oído.
Yo haré lo mismo.
Mis versos volarán
más rápido que Cupido
y mientras,
bailamos  y me inspiro.
Inspiro para poder demostrarte
que no puedo dejar de amarte.

Un paso.
Y otro.
Más pasos.
Una vez más.
Las estrellas, nuestro coro.
Tú, a mi lado,
bailando
bajo el compás.

Sin notas.
En silencio.
Sólo con tu latido,
y el mío.


miércoles, 21 de septiembre de 2011

Hasta... cuando sea, lectores

Bueno lectores, aquí me hallo de nuevo. Aunque no ha pasado mucho tiempo desde mi último poema, creo que he llegado a una problemática conclusión: me encuentro en un curioso estado en el que no soy capaz de escribir nada. El capítulo 3 de HEQ está estancado, y las obras menores tampoco avanzan. Antes de escribir estas líneas, traté de escribir, pero nada.

¿El motivo de tanta sequía literaria? No lo tengo claro. Mi vida ha cambiado radicalmente en estos últimos tiempos. Ya no me hallo en la vertiente existencialista que me caracterizó hasta el momento. Puede que tenga un problema de identidad literaria. Puede que la vuelta a las clases me tenga trastocado. No sé qué es, pero conozco el efecto: suspendo la publicación de poemas y de narrativa, indefinidamente. El blog no cerrará, pero no habrá publicaciones en una temporada; quizás en tres días se me pase, quizás no vuelva nunca.

Envío una disculpa a los lectores que aprecian mi obra y este blog. Ojalá esto se pase. Hasta que llegue ese momento, espero que tengan la paciencia de esperarme. Si no es molestia claro. Gracias, y hasta... cuando sea, lectores.

jueves, 8 de septiembre de 2011

Mi Reloj no se puede parar (08-09-2011)


En homenaje a Freddy Mercury.
Que tu voz en vida nos guíe al mañana,
para que nadie pueda parar nuestra felicidad.


Respira con ganas.
Coge bien el aire.
Aclara la garganta.
Prepara tus ansias
y grita con o sin arte
por tu libertad.

Nadie te detendrá
cuando los cielos
bailan al son de tus cabellos.
Y si el sol te hace los coros
en La,
entonces tu risa será el mejor solo
de la historia.

Respira.
Ríe.
Sonríe
al mañana.

Camina dando saltos.
Corre tanto como puedas.
Baila entre los astros
Come con las estrellas,
y regresa a la Tierra
para rematar la fiesta.

Respira.
Ríe.
¿Qué te dije?
Las grandes canciones no mueren,
sólo se van de concierto
mucho más que lejos.
Y si estás atento,
aquí los escucharás cerca.
De veras, ahí están.

La vida será
tal y como la cantes.
Como si suena un blues,
un rock o una canción de las de antes,
verás que felicidad
va a ser tu palabra favorita.
¿Qué quieres que te diga?
Da igual cuanto haya pasado,
yo sigo alocado con los grandes,
que, sí, ya no están delante,
pero siguen a nuestro lado.

Respira.
Tres, dos, uno.
Y, ¡salta!
¡Grita!
¡Qué el mundo
sepa que ahora
no es la hora
de que te vayan
a parar.
¿Es o no verdad?

Respira.
Ríe.
Sonríe
al mañana.

Es tiempo de reír
y no acabar.
La fiesta siempre va a continuar,
mientras una sonrisa
siga ondeando esta premisa,
y cada risa pueda volar.

¿Es o no verdad?
¿Es o no la hora?
Porque mi reloj siempre marcará
la hora de no parar.
Y de aquí a Mercurio,
Freddy y los grandes
darán un concierto como los de antes.
Seguro que cae en julio.

¿Es o no verdad?
¿Es o no la hora?
¡Pues claro!