sábado, 2 de junio de 2012

Sentimientos Incomprendidos de Soledad (02-06-2012)



Permanezco inmóvil, con todos los cabos sueltos,
petrificado ante el horror.
Alzo a través del tiempo
la mirada más desesperada.
Soy incapaz de poder distinguir algún color.

Inútil,
así me siento,
como si estuviera siempre obligado a errar.
A veces me pregunto si me lo merezco.
A veces simplemente no me sé contestar.

No creo en el destino,
pero es demasiada casualidad.
Es demasiado irónico
como se encadenan los hechos,
hasta la más melancólica fatalidad.

Y ahí apareces, bajo el oscuro velo,
plateado recuerdo desgarrador.
Cada palabra, cada mirada,
me quiebra con horror.
Y aún me atormentas en sueños

Sé que esto no es más
que el típico soneto desgarrador,
una estúpida alegoría sin sentido,
el típico soneto de amor afligido.
Y sin embargo, no lo entiendo.
No lo entiendo,
porque no te echo de menos.

Es un dolor de causa ausente,
puñaladas por una ilusión orquestadas.
Y mientras aún padezco los pasados sentimientos,
mantengo a ultranza
el abismo que entre nosotros se alza.

Pero no entiendo
por qué sigo precipitándome al averno.
Continúo ciego de vida, daltónico de alegría,
y entre la ausencia y el recuerdo,
me hundo en la soledad de la monotonía.
Sin embargo, no te echo de menos.

Las piedras del camino
se clavan más los días nublados.
Y entre las noches sin firmamento,
me pregunto, y no contesto.
No puedo continuar con los pies descalzos.

Y con el destino,
muere la nostalgia.
Nunca lo he entendido,
pero sé que no puedo echar de menos
a una auténtica pesadilla.
Los sentimientos jamás llegan a nada,
y al final, en la nueva mañana,
me amargo en la monotonía.
Otro nuevo día, más soledad.

Sé que no es más
que el típico soneto de desamor.
Pero me vuelvo a preguntar,
¿por qué me duele tanto el corazón?

Y aquí, permanezco de pié, solo,
impasible ante las lágrimas
que recorren mi rostro.
Ya no soy capaz de seguir en su cacería
al devenir.
Con la última caricia, el recuerdo se difumina,
y tan sólo queda ese amargado sentir.
Y seguirás siempre tornando mis sueños
en pesadillas, querida.
Y sin embargo, no lo entiendo.
Porque no puedo echarte de menos.
Sinceramente, no lo entiendo.











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