jueves, 20 de septiembre de 2012

Se Compra Máquina del Tiempo

¿Saben la típica expresión de "qué harías con una máquina del tiempo"? De forma paralela a las implicaciones científicas, lo relevante de esta cuestión es la intención de obtener un medio para poder cambiar hechos o acciones pasadas, que al recordarlas te hieren y te hacen sentir un abanico de sensaciones que, precisamente, no engloban lo agradable. Seguro que cada cual puede enumerar una lista extensa sobre todo lo que querría haber hecho de manera más correcta, o simplemente, diferente. Sin embargo, la verdadera cuestión aquí es que las máquinas del tiempo no llueven del cielo, y como se suele decir, lo hecho, hecho está.



Y cuando procesas eso, sólo queda la aceptación. Dichosa aceptación. "No debí haberle dicho eso", "No debí haber hecho lo otro"... ¿Qué importa? Lo hiciste y lo dijiste, no lo lograrás cambiar. ¿Doloroso? Y tanto. Noches en velas malgastadas, iniciadas sencillamente por "y si..."; pero eso no va a detenernos a la hora de desear estar en el universo donde obramos bien en aquel instante en el que aquí lo destrozamos todo.  No nos queda otra que aceptar.



En definitiva, pensar en lo que fue o pudo ser sólo resulta en suspiros de melancolía. Nada más, nada menos. Ni una misteriosa pero milagrosa puerta interdimensional se abrirá delante de tus narices (casualmente), enlazando (casualmente) con el momento exacto que tanto dolor te inflige (no hace falta que vuelva a decirlo,¿no?). Tampoco un enigmático sujeto con bata blanca te permitirá tener la oportunidad de utilizar su máquina del tiempo, alimentada por iritrio, kriptón y orégano. Y no reces por obtener poderes mágicos (en serio, ¿es qué en algún momento eso ha constituido una posibilidad lógica?).



Sarcasmo aparte, de lo único que podemos estar seguros en esta vida es que el tiempo existe y avanza imparable a detalles tan ínfimos como nuestra conciencia;  nunca he probado a suplicarle a un reloj, pero no me hace falta para asegurar que no serviría de nada (quizás para hacer el ridículo, o ganar una apuesta, puestos a imaginar situaciones).



Ya termino de divagar (¿he oído un "¡menos mal! o son cosas mías?), pero no antes de una pequeña nota personal. Si me preguntaran la misma cuestión con la que inicié esta reflexión, sinceramente, no querría cambiar ninguna de las acciones que he cometido a lo largo de la vida, no porque siempre haya actuado bien (de hecho, de media estaría suspendido en este sentido), sino porque en cierto sentido he necesitado que esos errores ocurriesen, unas veces para aprender, otras para volver a la realidad, u otras sencillamente para   madurar. Lo único que realmente me duele es haber arrastrado en el proceso a personas que en su momento fueron tan importantes para mí. A todas estas, no les puedo dar una máquina del tiempo, solamente un "lo siento"; ojalá hubiera algo más que pudiese hacer.

En fin, no molesto más. Si me disculpan, tengo una máquina del tiempo que terminar de construir...


sábado, 15 de septiembre de 2012

Sequía de Poesía

Últimamente, la única nueva rima que ha aparecido por estos parajes ha sido el propio título de esta entrada. Y es que ya es un hecho que estoy falto de inspiración a día de hoy; ya ni me detengo a considerar las causas. 

Me gustaría volver a escribir en verso en breve, pero para qué mentir, no sé cuándo o cómo volverá la musa inspiración a llamar a mi puerta. Mientras tanto, invito a cualquier lector a deleitarse, en la medida de lo posible, de las pequeñas publicaciones de Ideas Cortas, y de cualquier Reflexión Personal o avance de A Tale of Ashes que publique mientras tal suceso se hace de rogar. En fin, espero que llueva pronto. 

Un saludo desde Viaje en Verso.




P.D: Efectivamente, para quien lo sospeche (o más bien, interese), confirmo mi "ligera pero sana" obsesión con la serie anime Hyouka, una de las infravaloradas de la Temporada de Primavera de 2012, la cual recomiendo a todos los seguidores de este arte nipón. Sí, esto ha sido una manera más correcta de decir: "HYOUKA ES LA HOSTIA".

Guilty Scenes in my Mind



"¿¡De verdad te crees que puedes entender todo el daño que has hecho pretendiendo obviar todo!?"



"Créeme, de verdad que puedo"

martes, 11 de septiembre de 2012

For your own sake

Forget me, for your own sake.
In that darkness you feel, there's only monsters.
Don't you fear them?
There is only dark here, in memories.
That's enough.



sábado, 8 de septiembre de 2012

A Tale of Ashes: Crossing the Guilty Word Field



Aquella flamante luz violeta no paraba de interponerse entre el desgarrador y vasto páramo de piedra y ceniza y la vista del observador solitario. Ondulante, desfilaba entre las dunas arcaicas y las ancestrales ruinas de tiempos, más que olvidados, abandonados. En cierto modo, aquellas llamas luminosas parecían poseer vida, aunque realmente no podían diferenciarse de todo lo demás en aquel yermo muerto.

Ni viento, ni verdor, ni vida. Así eran aquellas tierras carentes de chispa, enterradas entre el polvo de eras pasadas y grises nubes tormentosas. Y sin embargo, pese a aquel espectáculo de llamas y luces excepcionales, reinaba un silencio desgarrador. Por esa misma razón los pasos de aquel observador solitario resonaron con tanta fuerza, en su andar por la tierra muerta, en dirección a aquellas casi majestuosas llamas violetas bailarinas.

Estas conformaban una formación arbórea, ramificándose sucesivamente desde el origen, propagándose lentamente por el paisaje desolado. El observador alzó la vista hacia el centro de tal espectáculo, que rozaba  el horizonte. Aunque era imposible distinguir algo entre tanta luz, este no necesitaba ver para saber cuál era el origen de tales fuegos.

El portón de piedra, alzado entre la inmensa oscuridad del páramo gris, tan imponente como montañas, y prácticamente del mismo tamaño. Grabados de idiomas perdidos surcaban su estructura, sumando más misterio e incertidumbre en torno a aquella puerta de piedra gris. Una puerta ancestral, antigua como la historia misma, erguida para durar toda la eternidad, custodiando la débil frontera entre este mundo, y todo lo demás. Pero hasta esta aparente imperecedera construcción estaba acabando por ceder ante las posibilidades. Era cuestión de tiempo que la Puerta Gris terminara por colapsar, junto al resto del planeta. No, realmente, ahí no terminaría la hecatombe.

-Sólo es otro error más - murmuró el observador solitario mientras se detenía frente a tal espectáculo, cuyas palabras aniquilaron el poco silencio que quedaba en aquel lugar con un sutil eco. Su voz, si alguien hubiera podido escucharla en tales circunstancias, hubiera sonado aún más desgarrador que el silencio que rompió.

-Evoluciona según lo previsto - dijo el observador solitario, casi como si lo anunciara a un público inexistente -. Los datos siguen mostrando la misma sucesión causal de los acontecimientos... de nuevo.

El observador dejó escapar un suspiro, se dio media vuelta, y comenzó a alejarse en dirección opuesta de la Puerta Gris. Sus pasos por aquel yermo seco resonaban como estruendos, envolviendo la anterior calma entre los ecos de su andar. Su espalda se teñía de violeta, mientras la causa, aquellas llamas serpenteantes continuaban su baile. Casi parecía tener un cierto aire ceremonial, como si tan sólo fuera un preludio. En realidad, no era una analogía mal encaminada.

El observador continuaba alejándose de la estructura de piedra y su espectáculo de luces. Y fue ahí donde la lógica aparentemente abandonó definitivamente aquel lugar infernalmente desolado. Si alguien, si tan sólo una sola persona hubiera estado allí, hubiese podido apreciar cómo la silueta del observador se difuminaba en menos de un segundo, como si su imagen se dividiera en varias miles antes de volver a unirse de nuevo. A continuación, parecía como si se moviese de posición mientras continuaba su recto andar; en un instante, seguía caminando, pero a un metro o dos de su trayectoria original.

Aquel sujeto se desvanecía sutil pero velozmente. Porque apenas un segundo después de obrar tal extravagancia, ya no se hallaba en aquel yermo. Simple y llanamente, había desaparecido, sin ruido, luces de colores o humo blanco. ¿Magia, tal vez? Era posible, sin embargo, cabía añadir que, en cierto modo, había sido como si, de pronto, aquel observador solitario hubiera dejado de estar determinado; era como si, de pronto y sin previo aviso, hubiese cambiado de historia.

lunes, 3 de septiembre de 2012

Nombre de Archivo: Olvido


-Con que estabas escondido aquí... - me digo mientras abro la última carpeta.

La noche hacía rato que había caído, y el infernal ruido del portátil y sus luces era lo único que daba vida al salón. Todos dormían, todos menos yo. Tenía cosas mejor que hacer al parecer.

-Pensé que había arrasado con todo tiempo ha - continué comentando para mí -. Nunca haces planes perfectos, ¿verdad, Samuel?

Me costaba creer que aquellos recuerdos hubiesen sobrevivido, perdidos entre las miles de carpetas de mi ordenador. Fotos, canciones, poemas... casi parecía que tuviesen polvo y todo. Los había encontrado por casualidad, siendo franco. Estaba haciendo una limpieza de todo lo que ya no fuera útil en el portátil, borrando apuntes del año pasado, ordenando los poemas viejos, cuando de pronto, lo divisé. Una carpeta solitaria, prácticamente escondida, entre los archivos de imágenes de viajes de curso, cumpleaños, y viejas pero nostálgicas fotos de mi abuelo. 

Extrañado, la abrí, y bueno, admito que me llevé una ligera sorpresa.

-Cuántos recuerdos...

Justo antes de empezar una nueva etapa totalmente nueva, en la universidad, justo antes de poder empezar a andar en pos de mi meta, la causalidad quería hacerme pararme un instante, y recordar. Sonreí, ente ironía y melancolía. Había jurado que no volvería ni a mencionar el tema, pero ahí estaba, entre las fotos y los recuerdos. 

-En fin, debería borrar esto también, por mi bien -me dije, mientras acercaba el dedo al botón de suprimir.

Y entonces lo vi. Ni recordaba haber hecho una copia de eso. Lo abrí con el reproductor de texto, y ahí se extendía, como si una carta se tratase; una carta muy antigua diría yo. 

"Este será mi último mensaje..."

No pude evitar reirme. A veces me pongo muy melodramático, lo admito. Pero a día de hoy no puedo mirar con reproche todas esas palabras que tanto me costó escribir en su día. Había escrito esa carta mil veces a modo de práctica, pero nunca pensé que, a la hora de la verdad, me costaría tanto. Podía haber guardado una copia para aquel instante, pero, ¿habría sido justo tanta planificación? La moraleja de todo es que hay cosas que es mejor no saber, o no admitir saber más bien.

-Bueno, basta ya de filosofar, ya es hora de borrar este desastre.

Y eso se supone que iba a hacer. Y digo "se supone", porque no pasó exactamente así. Quizás fuese la sorpresa de encontrarlo, quizás me aburría demasiado. Quizás quería realizar una honra final, antes de borrar el último atisbo que me quedaba de esos borrosos días. Da igual por qué fuera en sí, el hecho es que escuchando "Good Enough" de Adelitas Way, tuve una idea.

Sorpresa, aburrimiento, honra final. Suene como suene, me puse manos a la obra. Y una vez terminé, y tras comprobar que lo había publicado en el blog, seleccione la carpeta y pulsé "eliminar". Nombre de archivo, "Olvido".



"Me has utilizado como paño de lágrimas,
has cogido de mi todo,
y yo me quedo con las facturas.
¿Qué me queda después de tanto lloro?"

"Eres caos.
Vuelas de flor en flor, buscando tu ser, pero con los ojos cerrados.
Y en el intento, me has destrozado."

"¿Te duelen mis palabras?
No sabes cómo me duele mi escribirlas.
Porque nunca has sabido lo que sentía.
Porque nunca fue suficiente."

"Lo eras todo, y ya no me queda nada.
Has jugado con el corazón de un hombre destrozado,
y ahora me considero cadáver.
Amé a un bloque de hielo que me devolvía la mirada,
que me quitaba el calor, congelándome más y más,
hasta la muerte,"

"Fuiste el sueño de seis eternos años,
donde desee con toda mi alma que volvieras a mi vida
para compartirla conmigo.
Y cuando por fin la maldita vida se dignó a concederme el deseo,
tú lo acabaste por destrozar."

"Siempre te veía dudar, porque nunca fui de tu egoísta agrado.
Yo te acepté tal y como eres, pero tu egoísmo gobernaba tus pasos.
Te di todo mi amor y alma,
te dediqué toda mi imaginación.
¿Y así me lo pagas?
Tus palabras sólo fueron palabras,
porque siempre dudaste de corazón."

"Porque nunca fue suficiente"

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- ...Adiós.

domingo, 2 de septiembre de 2012

Crossing the Guilty Words Field - Prologue

Basta una palabra para destruir. 
Pero necesitarás todas las letras del mundo para a continuación poder volver a mirarte a la cara. Y en la mirada, quizás esa cobardía al fin desaparezca.