sábado, 13 de octubre de 2012

Disparo Sin Elección (13-10-2012)



No vale rendirse,
¿verdad?
Nunca tuve tiempo para despedirme,
solamente quedaba disparar.

Ni un segundo para reflexionar.
Ni un segundo para elegir
entre las centenares de opciones.
Puede que me acabe por arrepentir,
pero esto siempre ha sido más
que un disparo de corazón a corazón.

Ráfaga tras ráfaga,
saltan los escombros de una vida,
cenizas que como muertos se arrastran.
Sólo queda alzarse y hacerlos trizas.
No vale rendirse, ¿verdad?

No trato de justificar nada.
Nunca lo he intentado.
Tétricamente, se impone la realidad.
Y sólo queda llorar o disparar.

Se suceden las matanzas,
cae desquebrajado el cielo.
Cada farsa, cada error,
gotea y mancha a las masas.
Sin un sitio al que llamar paraíso,
sólo queda seguir disparando al destino.
Porque no me contentaré jamás a mirar
cómo todo vuelve a colapsar.

La razón desvela las tinieblas.
Los segundos desintegran el pasado.
No hay verdades entre la roja niebla.
Pronto, lloverá,
y las cadenas tirarán de nuestros pecados.
Mientras, mientras sólo queda desafiar
a la ironía.

No vale rendirse, ¿verdad?
En el fondo, aún gotea la despedida.
Da rabia perder ese instante de elección.
Da rabia hasta doler.
Pero qué remedio.
Porque solamente quedaba disparar
de corazón a corazón.


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