martes, 25 de junio de 2013

Dedicatoria compuesta de Cielo (25-06-2013)



Sentado, aguardando,
simplemente me limitaba a mirar.
Escribiendo, como un necio,
soñando sin pensar.
Pero entre las hojas, un buen día,
a la sombra del azar,
el gris se tiñó de motas de cielo y cristal.

Ahí estás.
Discierno un rumor,
una melodía que asciende.
Las notas bailan hasta saltar,
y se tiñen de ese cálido color
que te envuelve.

Ahí estás,
distraída de tal visión,
mientras me fascino y pregunto,
qué más oculta ese bello corazón.
Al andar
delante de mí,
dejas una estela de notas
que me gustaría componer tras de ti.

Te seguiría, claro que te seguiría.
Por todas las calles,
por todas las sendas.
A cada rato.
Sin darme cuenta,
tomaría cada paso
con una sonrisa plena.

Y te seguiría,
arpegios y notas sorteando,
caminando tras de ti.
Por calles, caminos y prados,
te seguiría hasta hacerte sonreír.

Alzaría la mano,
tratando de alcanzar las notas.
Tan sólo pensando en llegar,
 a tu alrededor se difuminaría todo.
Tan sólo pensando en poderte mirar,
me mecería entre tus dedos.
Tan sólo trataría de tomar el pomo
de las puertas del mismísimo cielo.

Seguiría corriendo, te lo prometo.
No me detendría, ni lo pensaría.
Querría poder alcanzar tus cabellos,
y dejar que me llenaras de tu melodía,
hasta que no quedara más
que tus notas y mi sonrisa.

Y claro que seguiría corriendo, te lo prometo,
hasta rodearte de miles de besos.
Hasta escribir por ti en prosa y verso.
Hasta el fin de los tiempos.
Seguiría tu estela, más allá del amanecer,
hasta el otro lado de mis sueños.

Y, finalmente, allí,
te daría la vuelta,
y te devolvería cada una de tus melodías.
Todas esas bellas notas que me envuelven.
Cada cálida brisa que me mece.
Todo, hasta hacerte sonreír.

Este universo,
aquí, sentado, medio ido,
me gustaría podértelo componer.
Te miro, estás ahí,
y tan sólo quiero gritártelo hasta el atardecer,
tan sólo quiero susurrártelo al oído.
En verdad, tan sólo te quiero a ti.

Sentados, uno a cada lado,
aguardando.
Escribiendo, por ti respiro.
Con cada nota, sólo puedo sonreír
de la más nueva y pura alegría.

Y te miro, y estás ahí,
rodeada de toda la inspiración que necesito.
Rodeada de esa hermosa y cálida melodía,

que me hace vivir.




A mi dama de mis dulces sueños.


Gracias por hacerte realidad.