martes, 1 de noviembre de 2011

Siempre ese Sueño (01-11-2011)


No me sueltes...

Viendo la calle pasar,
sentado,
en mi mente ando volando
mientras el tiempo sigue su andar.

Somnoliento,
mi mirada se pierde, sin prisa,
buscando aquella cortina de cabellos
que ocultaban la más brillante de las sonrisas.

Las gentes y el paisaje desaparecen,
y en su lugar tu mirada
aparece.
Aquella calidez retorna y me calma,
y como flotando entre copos de nieve,
la magia de aquel momento se hace presente.

Estiro mis dedos,
tu suave piel me llama.
Busco tus labios, y de ellos bebo.
Deja que mi corazón arda
en nuestro amor.
Pero no me sueltes.

Los recuerdos acaban por marcharse,
difuminándose tu calor.
Cada segundo, echo de menos besarte.
Cada segundo, te echo de menos, mi amor.

Da igual que acabáramos de vernos.
Da igual, sí.
Porque mi pecho desea que siempre juntos estemos,
que tu corazón roce el mío a cada latir.
Da igual, porque siempre,
a todas horas, te quiero.

¿No has notado nunca esa sensación
que te dice que no estás solo?
¿Qué en algún lugar, cercano o remoto,
alguien comparte contigo su corazón,
y esa calidez,
esa emoción,
te reconforta y te desborda?

A cada paso,
me siento así.

A cada pensamiento,
me siento así.

A cada rato,
me siento así.

A cada momento,
tu calor quiero sentir.

Quiero poder extender mi mano,
y siempre tocar tu dulce rostro.
Como si se halla más allá del infinito.
Sortearé lo que sea preciso,
hasta que las estrellas, todo,
quede atrás.
Y entonces te pueda besar.

Porque a cada paso,
te quiero.

Y como en mis sueños,
estiro mis dedos,
pues tu suave piel me llama.
Busco tus labios, y de ellos bebo.
En un murmullo, deja que mi corazón arda
en nuestro amor.
Pero no me sueltes.
Que la palabra siempre
quede en ridículo
con nuestro amor.




No hay comentarios:

Publicar un comentario